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Origen y curiosidades de supersticiones III



Colocar flores en las tumbas.

En la actualidad, se adornan las sepulturas con flores como muestra de afecto, pero la intención original no era otra que la de proporcionar algo vivo con el fin de dar felicidad. La corona circular, colocada sobre la tumba o la puerta principal del cementerio, encerraba simbólicamente el espíritu y le impedía volver.

El gato negro.

En el mundo del misticismo, los gatos son portadores de un poder mágico infinitamente superior al del hombre. Con toda probabilida, esta creencia deriva de la adoración a la diosa Bubastis, con dorma de gato, por parte de los antiguos egipcios. Éstos estaban convencidos de que los gatos tenían alma, y prueba de ello son los restos momificados de estos felinos, que se encuentran por millones, hallados en las excavaciones arquelógicas.

En la Edad Media, las brujas convirtieron al gato negro en un elemento imprescindible para efectuar rituales y hechizos. Hoy en día, los supersticiosos temen al gato negro que se cruza en su camino. Este hecho representa con claridad el conflicto que existía entre la Iglesia, la cruz y las prácticas paganas de la brujería.

Pasar por debajo de una escalera.

Ésta y otras supersticiones asociadas a las escaleras vienen relacionadas con el miedo al patíbulo. Antiguamente, debido a la gran altura que éste solía tener, había que usar una escalera de mano para colocar la soga en la posición correcta, así como para retirar después el cadáver del reo. Cualquiera que pasara por debajo de la escalera corría el peligro de encontrarse con el muerto. De ahí viene la superstición.

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